Lanchas Bus comienza su andadura en el mundo del transporte discrecional de viajeros en el año 1.968. En la actualidad, su creador, José Manuel Lanchas González, ha derivado su buen hacer al mejor equipo que uno puede desear, sus hijos. Ha sabido transferir a ellos todos sus valores y toda la responsabilidad de su trayectoria profesional. Ana Isabel Lanchas, José Manuel Lanchas y Josué Lanchas, se dedican cada día a conservar intacto el verdadero espíritu de esta empresa. Siempre, y en la actualidad, respaldados y acompañados por su fundador.

 

En el álbum de recuerdos de aquellos años, se encuentran viajes irrepetibles, entrañables; tiempos en los que los vendimiadores Portugueses recorrían las carreteras que unen su país con Francia, para explotar unos cuantos meses de trabajo. Tantos kilómetros, con los vehículos de la época, lo convierte en algo épico.

 

Infinidad de servicios de escolares, de trabajadores, de viajeros de largo recorrido, dentro y fuera de nuestro país, completan las páginas de la historia de esta empresa. Esta amplia trayectoria, le otorga una profesionalidad exquisita, que combinada con un trato al cliente cercano y familiar, la hacen única y diferente.

 

Todos los conductores que hacen que cada proyecto sea llevado a cabo con la eficiencia esperada por el cliente, cuentan con sus correspondientes certificados de aptitud profesional(CAP). Es prioritario para nosotros, poner nuestra confianza en quienes nos vienen demostrando su veteranía día a día.

 

Lanchas Bus SL está gestionada por una mujer, Ana Isabel Lanchas Estébanez, segunda generación de la familia Lanchas. Asumió dicha gestión en un momento crítico, en el que la empresa había perdido sus contratos y se enfrentaba a una delicada situación financiera, tanto empresarial que afectaba de lleno a la familia. No sólo se incorporó como gerente, lo compaginó con su trabajo como conductora. En aquella época eran tres las conductoras que trabajaban en todas las compañías de Gipuzkoa, a día de hoy, hay muchas más.

 

Durante su trayectoria ha recibido innumerables desagravios, principalmente de otros conductores (vehículos, autobuses públicos, taxis, etc con los que se cruzaba en el día a día) y guardias de tráfico, quienes mostraban una intransigencia y agresividad muy superior a la ofrecida a los conductores del género masculino. Por el contra, la relación con usuarias/os siempre ha sido de respeto.